Continental realizó su primer vuelo de demostración de un avión comercial estadounidense propulsado por biocombustibles el 7 de enero de 2009. El vuelo de demostración fue propulsado por una combinación especial de combustibles, con componentes derivados de algas y plantas jatropha, fuentes sostenibles de combustibles de segunda generación que no afectan los cultivos alimenticios ni los recursos acuáticos, y que no contribuyen a la deforestación.